Si te gusta combinar naturaleza y cultura, la Ermita de Santa Elena en Biescas y los dólmenes que la rodean te invitan a descubrir una ruta llena de historia, leyendas y vistas espectaculares del Pirineo.
La ermita de Santa Elena se alza sobre un saliente rocoso, justo donde el río Gállego se abre paso entre las montañas de Telera y Tendeñera, en pleno corazón del Pirineo. Está dedicada a Santa Elena de Constantinopla, considerada la patrona del Valle de Tena.
En su interior se conserva una pequeña cueva que da pie a una leyenda muy curiosa. Se dice que la santa se refugió allí durante una persecución, y que una araña tejió una enorme telaraña en la entrada. Gracias a eso, sus perseguidores pensaron que la cueva llevaba mucho tiempo deshabitada y pasaron de largo.
Justo al lado de la ermita nace un manantial conocido como “La Gloriosa”. Muchos vecinos creen que su caudal no es casual, si fluye con fuerza, augura buena suerte; si apenas gotea, se avecinan tiempos difíciles. Una tradición viva que conecta paisaje, historia y creencias locales.
Muy cerca de la ermita descubrirás dos dólmenes eneolíticos de hace más de 5.000 años, reconstruidos en 1975. Estas cámaras funerarias, con grandes losas que forman la entrada, nos conectan con la actividad humana antigua en el valle. El acceso es sencillo y el entorno está acondicionado para proteger estos vestigios, con paneles informativos que explican su historia.
La ruta comienza en Biescas y continúa por un sendero de tierra de unos 5 kilómetros, accesible y sin dificultad técnica.
Después de cruzar el Puente del Diablo, el camino te lleva junto a un antiguo canal, murallas y los restos de un viejo fuerte militar. Es una ruta muy completa que une paisaje, historia y arqueología, sin necesidad de gran esfuerzo físico.
La ermita y los dólmenes no solo tienen valor histórico, ¡siguen vivos en las tradiciones locales! Durante las romerías de Pentecostés y el 18 de agosto, llegan cruces desde distintos pueblos del valle, en un ambiente de devoción muy arraigado.
Además, toda la zona tuvo importancia militar, el fuerte cercano protegía el acceso hacia Francia y fue clave en varios conflictos históricos.
Visitar la Ermita de Santa Elena y los dólmenes de Biescas es adentrarse en un paisaje donde distintas eras conviven.
¿Sabías que esta región es conocida por su vinculación con las brujas? Te lo cuento en Descubriendo el camino de las brujas en el Alto Gállego. Te recomiendo también hacer parada en Tramacastilla de Tena y Biescas.
Jara, natural de Panticosa y nuestra experta local en los Pirineos
Dónde dejar el coche
Hay plazas de aparcamiento en la carretera A 136, lo que facilita el acceso sin largas caminatas desde el pueblo.
Dirección Ermita de Santa Elena, España
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