Si te apasiona el arte románico y estás explorando el norte de Andorra, no puedes dejar de visitar la Iglesia de Sant Martí de La Cortinada, en la parroquia de Ordino. Este pequeño templo, construido en el siglo XII, es uno de los ejemplos más auténticos del patrimonio religioso andorrano.
Aunque su origen es medieval, la iglesia ha sido ampliada y modificada en los siglos XVII y XVIII. A pesar de estas transformaciones, aún conserva elementos románicos originales, como las pinturas murales del ábside, atribuidas al Maestro de La Cortinada. Estas obras, descubiertas en 1968, representan figuras religiosas y fantásticas, como un lobo con lengua bífida y la imagen de San Martín de Tours.
En el interior, destacan los retablos barrocos del siglo XVII, dedicados a San Martín, la Virgen del Rosario y San Antonio Abad. También llaman la atención las rejas de hierro forjado, el mobiliario de madera tallada y un antiguo carillón de rueda, testigos del trabajo artesanal de la época.
La iglesia está situada en un entorno natural privilegiado, rodeada de prados y montañas. Muy cerca se encuentran la muela y el aserradero de Cal Pal, ejemplos de la pequeña industria tradicional andorrana. Además, la Casa Museo de Cal Pal ofrece una visión de la vida rural en los Pirineos.
Si visitas la iglesia en verano, aprovecha para recorrer la Ruta del Ferro, un sendero que recorre antiguos vestigios de la industria del hierro en Andorra.
También puedes disfrutar de un picnic en los prados cercanos o degustar la gastronomía local en alguno de los restaurantes de La Cortinada.
Anna, natural de Andorra y nuestra experta local en la zona
Dirección Sant Martí de la Cortinada, La Cortinada, Andorra
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