¿Buscas un plan relajado rodeado de naturaleza? El Parque del Ebro y el Parque de La Grajera, en Logroño, forman una escapada perfecta para aquellos que quieren descubrir rincones desconocidos y disfrutar del aire libre en plena ciudad.
El Parque del Ebro recorre la orilla norte del río a su paso por Logroño, entre el cuarto puente y el Puente de Piedra. Este espacio combina vegetación, arte y vida urbana, con senderos y carriles bici rodeados de chopos, sauces y pinos. A lo largo del recorrido encontrarás esculturas representativas como los molinillos riojanos o la emblemática Puerta del Ebro, uno de los símbolos modernos de la ciudad.
Actualmente, se está llevando a cabo un proyecto para mejorar más de 33 km de caminos peatonales y ciclistas, añadiendo miradores, zonas de descanso y elementos didácticos pensados para promover la movilidad sostenible.
A solo 5,7 km del corazón de la ciudad, el Parque de La Grajera rodea un embalse histórico, convertido en zona verde de unas 87 hectáreas, de las cuales 32 son superficie acuática. Originalmente construido en el siglo XIX para regar las huertas locales, hoy ofrece un entorno ideal para pasear, montar en bici o hacer un pícnic con amigos o familia.
El parque cuenta con un Aula Didáctica donde se imparten talleres dedicados a la flora, fauna y medio ambiente. En el observatorio de aves puedes ver especies acuáticas como aguiluchos laguneros, somormujos o patos, usando prismáticos disponibles gratuitamente.
Recorrer el sendero que rodea el pantano siguiendo el trazado del Camino de Santiago es una experiencia muy recomendable. Basta con seguir las flechas amarillas hasta alcanzar el alto de La Grajera, un punto elevado desde el que se obtienen vistas panorámicas de Logroño y del paisaje que lo rodea.
Si llegas temprano, disfrutarás de un ambiente más tranquilo y de una luz perfecta para observar aves o encontrar sitio en la zona de asadores, que suele llenarse rápido los fines de semana y en verano.
En el Aula Didáctica puedes solicitar información sobre visitas guiadas para niños o participar en talleres sensoriales que invitan a descubrir el parque a través de los sonidos y aromas del entorno. Otra opción muy agradable es recorrer en bicicleta el camino que une Logroño con La Grajera, siguiendo la vía verde, ideal para un paseo tranquilo y sin prisas.
La conjunción de ambos parques ofrece una experiencia completa, desde un paseo urbano junto al Ebro hasta un remanso natural en La Grajera. Perfecto para una escapada entre visitas culturales en Logroño, combinando naturaleza, deporte suave, avistamiento de aves y exquisita gastronomía riojana en pueblos cercanos como Navarreteo Lardero.
Para descubrir más acerca de Logroño y su ciudad, no te pierdas nuestra entrada. Para planes con más naturaleza puedes realizar la excursión a Laguardia o a San Vicente de la Sonsierra.
Aritz, natural de Irún y experto local en el País Vasco
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