En el corazón más salvaje de Grandvalira, la zona de Grau Roig se ha convertido en uno de los mejores lugares de Andorra para vivir una experiencia única, ¡construir un iglú con tus propias manos!
Aquí, lejos del ruido de las estaciones más concurridas, la nieve se acumula en grandes mantos y el paisaje parece hecho para la aventura. Es un plan perfecto para parejas, familias o amigos que quieren descubrir el Pirineo de una forma original y divertida.


Grau Roig es uno de los sectores más tranquilos de Grandvalira. No tiene grandes núcleos urbanos alrededor y está rodeado de bosques de pino negro, llanuras blancas y relieves suaves que aguantan bien la nieve durante todo el invierno.
Este entorno hace que la construcción de iglús sea una actividad muy segura y accesible, ya que la nieve suele ser consistente, el viento es moderado y los guías conocen perfectamente cada rincón.
La actividad suele empezar con una breve explicación sobre los tipos de iglús y cómo aprovechar la nieve para levantar paredes resistentes. No necesitas experiencia previa; los monitores te enseñan cómo cortar los bloques, cómo colocarlos en espiral y cómo sellar las juntas para evitar que entre el aire frío. Lo más sorprendente es comprobar cómo, poco a poco, el iglú gana forma y estabilidad.
La temperatura interior, aunque parezca increíble, se mantiene más agradable que fuera, y pasar unos minutos dentro es casi obligatorio para sentir el contraste.
Empresas especializadas de Grau Roig organizan esta actividad en grupos pequeños, lo que permite avanzar a buen ritmo y, al mismo tiempo, disfrutar del paisaje. Dependiendo del estado de la nieve, la construcción completa puede durar entre una hora y media y dos horas.
La clave es vestirse por capas y llevar guantes impermeables; la nieve se manipula todo el tiempo y las manos se mojan con facilidad. Un buff o braga de cuello también ayuda a cortar el viento. Si llevas mochila, puedes meter un par de guantes secos para cambiarlos a mitad de la actividad.
Los guías recomiendan hacer la salida por la mañana, cuando la nieve está más compacta y se trabajan mejor los bloques.
¡No te olvides de consultar la página web de las empresas que realizan este tipo de actividad, como la de Roc Roi!


Después de la construcción, no hay nada como relajarse en la terraza de Grau Roig con un chocolate caliente o bajar hasta Pas de la Casa o El Tarter para terminar el día en un ambiente más animado.
Construir un iglú en Grau Roig es una de esas experiencias que mezclan juego, técnica y naturaleza. Un momento para desconectar, reír, aprender y sentir la montaña de una manera diferente.
No te pierdas las carreras de hielo de Pas de la Casa, un plan diferente y muy llamativo. Y si quieres seguir explorando la nieve, puedes recorrer Andorra en moto de nieve o acercarte a la estación de Pal Arinsal para descubrir todas sus posibilidades invernales.
Anna, natural de Andorra y nuestra experta local en la zona
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Dirección Grandvalira, Canillo, Andorra
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