Las Gargantas de Escuaín

Si estás explorando los Pirineos y te apetece una escapada natural con encanto, las Gargantas de Escuaín son una parada obligatoria. Situadas en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la provincia de Huesca, estas profundas gargantas excavadas por el río Yaga ofrecen paisajes espectaculares y rutas de senderismo para todos los niveles.

Un paisaje asombroso

Las Gargantas de Escuaín se extienden a lo largo de varios kilómetros, desde las cercanías del pueblo de Escuaín hasta la confluencia con el valle del río Cinca. Las paredes verticales de roca caliza, las cascadas y los frondosos bosques de hayas y pinos crean un entorno mágico que te dejará sin aliento. Además, la biodiversidad de la zona es impresionante, con especies endémicas como el quebrantahuesos y una rica variedad de flora alpina.

Rutas para todos en las Gargantas de Escuaín

Desde el aparcamiento de Escuaín, parten varias rutas de senderismo. Una de las más populares es la que lleva a los miradores de las gargantas, un recorrido de unos 45 minutos ideal para familias.

Para los más deportistas, la ruta hasta la surgencia del río Yaga ofrece una experiencia más exigente, con una duración de 3 a 4 horas ida y vuelta y un desnivel moderado.

Consejos de un local

• Mejor época para visitar: Finales de primavera y verano, cuando el clima es más estable y las rutas están en mejores condiciones.
• Acceso: La carretera de acceso a Escuaín es estrecha y sinuosa, por lo que se recomienda conducir con precaución.
• Alojamiento: El Hotel Mesón de L’Ainsa es una excelente opción para hospedarse cerca de las gargantas y explorar otras zonas del Parque Nacional.

Un rincón por descubrir

Las Gargantas de Escuaín son menos conocidas que otros valles del Parque Nacional, como Ordesa o Añisclo, lo que las convierte en un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad y contacto directo con la naturaleza.

También te recomiendo visitar el cañón de Añisclo y los Miradores de Revilla.