¿Te apetece una escapada con senderismo suave, historia y vistas panorámicas?
El Monte San Marcial, conocido oficialmente como Aldabe, y su ermita en lo alto ofrecen todo esto y más para quienes exploran Irún.
El monte, de apenas 224,8 metros, es un mirador privilegiado sobre la Bahía de Txingudi, el río Bidasoa, Hondarribia, el monte Jaizkibel y, en días claros, ¡incluso se ve la costa vasca!
El monte es conocido tradicionalmente como Aldabe, que en euskera significa “peña”. Sin embargo, desde el siglo XVI empezó a llamarse San Marcial, en honor a la ermita construida en su cima tras la victoria del pueblo de Irún sobre las tropas francesas en el 1522. Según la tradición, San Marcial se apareció en lo alto del monte para animar a los iruneses a defender su ciudad, lo que dio lugar a la construcción del templo y al cambio de nombre del lugar.
¿Sabías que este episodio histórico se conmemora cada 30 de junio con el Alarde de San Marcial? ¡Una fiesta popular donde la ciudad celebra su identidad local!
La ermita original fue destruida por un rayo en 1796 y se reconstruyó poco tiempo después. Años más tarde se le añadió una torre para completar su silueta actual. Durante la Guerra Civil española volvió a sufrir daños, pero fue restaurada de nuevo. En sus muros aún se conservan lápidas conmemorativas que recuerdan las batallas históricas vinculadas a este lugar.
El acceso al monte es accesible tanto a pie como en coche. Puedes subir por senderos que parten desde distintos barrios de Irún, como Meaka o Bidasoa, o bien tomar la carretera que sube al aparcamiento junto a la ermita, justo al lado del cementerio.
Para quienes prefieren caminar, hay rutas sencillas que en menos de una hora conducen al mirador. También hay una opción de sendero circular que combina bosque y pequeñas explanadas, ideal para un paseo relajado con vistas.
Desde la ermita se accede a un mirador con vistas excepcionales y en la explanada próxima se encuentran mesas y bancos que invitan a un descanso tranquilo después del ascenso.
El restaurante anexo permite probar pintxos y platos vascos con vistas, haciendo de la excursión una experiencia gastronómica con paisaje.
Muchos visitantes llegan solo hasta el mirador, pero pocos saben que debajo de la ermita, entre robles y matorrales, hay un pequeño cruce de caminos de senderismo menos frecuentado que recorre tramos históricos y ofrece una mirada más íntima del monte. En primavera se pueden ver orquídeas y escuchar el canto de pequeñas aves, como los acentores y los mitos, que revolotean entre los árboles del bosque.
Para conocer los horarios de la ermita y más datos de interés puedes visitar la web oficial del Ayuntamiento de Irún.
No te vayas de la zona sin antes realizar una parada en el Castillo de Carlos V en Hondarribia. Te recomiendo también la excursión a las cascadas del río Aitzondo y al Parque Natural de Peñas de Aya.
Aritz, natural de Irún y experto local en el País Vasco
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