Cuando el invierno cubre los valles de Andorra con su manto blanco, no todo se trata de esquiar.
Entre luces, música y aire frío, el patinaje sobre hielo se convierte en una de las experiencias más divertidas para vivir en pareja, en familia o con amigos.
Si te apetece patinar con nieve alrededor y ambiente pirenaico, el lugar más fiable todo el año es el Palau de Gel de Canillo, con pista olímpica, sesiones públicas de mañana y tarde, alquiler de patines y ¡actividades especiales como karting sobre hielo en días señalados!
Te recomiendo que compruebes horarios y sesiones antes de ir, porque varían según la temporada.


En Andorra la Vella, durante la Aldea/Parque de Navidad (finales de noviembre a comienzos de enero), suelen instalar una pista de patinaje en pleno eje comercial junto a un gran tobogán de hielo sintético.
Es un plan perfecto para combinar compras, luces navideñas y una breve sesión de patinaje en familia. Antes de ir, conviene consultar las fechas y la programación actualizadas, ya que pueden variar cada temporada.
En Canillo, la pista es amplia y bien cuidada, con taquillas, cafetería y personal de apoyo en todo momento.
Para patinar piden pantalón largo, calcetines altos y guantes, mientras que el casco es obligatorio para menores de 16 años. Si no llevas el tuyo, puedes alquilarlo allí junto con los patines, lo que facilita mucho la visita, especialmente si viajas con niños.
Las familias valoran especialmente que los niños menores de 5 o 6 años puedan entrar gratis si van acompañados de un adulto, aunque las condiciones pueden variar según el tipo de entrada o la empresa que organiza la actividad. Por eso, te recomiendo que compruebes las condiciones y tarifas el día anterior, ya que en temporada alta pueden modificarse.

Lo ideal es ir a primera hora, cuando el hielo está más liso y hay menos afluencia; si puedes, opta acudir por entre semana para disfrutarlo con más calma.
En Canillo, muchos aprovechan después para visitar miradores cercanos o el Pont Tibetà y el Roc del Quer.
A veces se ofrecen packs combinados que incluyen la entrada al Palau de Gel, así que merece la pena preguntar por ellos. Si viajas con niños, reserva con antelación los patines más pequeños, las tallas suelen ir del 24 al 50, y lleva guantes de repuesto por si se mojan durante la sesión.
Para saber más acerca del Palau de Gel, puedes mirar nuestra entrada dedicada exclusivamente a este lugar.
Reserva tu sesión en Canillo, disfruta después de una merienda con chocolate caliente en el pueblo y baja al anochecer a Andorra la Vella para pasear entre las luces y, si la pista urbana está abierta, dar unas vueltas sobre el hielo.
Anna, natural de Andorra y nuestra experta local en la zona
Dirección Palacio de Hielo de Andorra, Sant Joan de Caselles, Carretera General, Canillo, Andorra
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