Recoger setas en Andorra

Cuando el verano se despide y el aire empieza a oler a bosque húmedo, Andorra se convierte en un paraíso para los aficionados a las setas. 

Si tu plan ideal implica tranquilidad, aire puro y una experiencia local auténtica, ¡este pequeño país del Pirineo te está esperando con sus bosques llenos de tesoros micológicos!

Dónde encontrar los mejores rincones sin aglomeraciones

Olvídate de los caminos más turísticos. Si buscas una experiencia más auténtica y menos concurrida, te recomiendo explorar zonas como La Rabassa, cerca de Naturland, o los bosques de Pal y Arinsal, donde los habitantes del lugar todavía protegen con discreción sus rincones más preciados.

En las zonas de Ordino y Canillo, sobre todo entre los 1.500 y 2.000 metros de altitud, es frecuente encontrar rovellons (níscalos), ceps (boletus) y alguna que otra llenega si la temporada ha sido generosa en lluvias.

Cuando ir a recoger setas en Andorra

La temporada fuerte de setas en Andorra va de finales de septiembre a principios de noviembre, aunque todo depende del clima. Después de unos días de lluvia suave y temperaturas templadas, ¡los hongos aparecen como por arte de magia!

Un buen consejo es madrugar y adentrarse en el bosque a primera hora. Así podrás disfrutar del silencio más puro y tendrás más posibilidades de encontrar setas frescas y sin tocar.

Normas y límites para recoger setas en Andorra

La recolección está permitida para consumo personal, y en la mayoría de las zonas no hay límite fijo, aunque no se debe recoger más de 3 kg por persona al día. Está prohibido usar rastrillos o remover el suelo de forma agresiva.

Evita zonas protegidas como el Parque Natural de Sorteny o el Valle del Madriu-Perafita-Claror, donde la recolección está regulada o directamente prohibida.

Consejos que no te contarán en las guías

• Lleva una cesta de mimbre, no bolsas de plástico. Así las esporas se dispersan y ayudas al ecosistema.
• Los locales suelen ir con apps como iNaturalist o PlantNet para identificar especies.
• Si dudas, no te la juegues. En Andorra la Vella, la farmacia del centro ofrece identificación gratuita de setas durante la temporada alta.

Explorar los bosques andorranos en otoño es mucho más que una excursión, es una forma de reconectar con la naturaleza. Y si terminas el día con un revuelto de setas frescas en una borda de montaña, ¡el viaje habrá valido totalmente la pena!

Si aún quieres disfrutar de más naturaleza, una experiencia diferente es realizar un baño de bosque en Andorra, ideal para desconectar y relajarte. Y para seguir con planes de conexión con el entorno, puedes visitar el Parque Natural de Comapedrosa o animarte a recorrer el histórico Camí de Ral.