En lo alto de El Pertús se alza una de las construcciones más impresionantes y desconocidas de los Pirineos, el Castillo de Bellaguarda (Fort de Bellegarde).
Esta fortaleza, visible desde la autopista, guarda siglos de historia y ofrece una de las panorámicas más espectaculares de la llanura del Empordà y del Rosellón.


El castillo se levanta en un punto clave, el puerto natural que une la llanura francesa con la catalana. Ya en 1324 existía aquí una construcción defensiva, pero fue con el Tratado de los Pirineos de 1659 cuando esta colina pasó definitivamente a manos francesas. Para consolidar la nueva frontera, Vauban, el gran ingeniero militar de Luis XIV, mandó arrasar la antigua fortificación y levantar la imponente estructura actual.
Bellaguarda se convirtió así en un auténtico punto estratégico, ¡un lugar que vigilaba el paso de ejércitos, comerciantes y viajeros entre ambos países!
Uno de los momentos más especiales del recorrido es la llegada a la azotea panorámica. Desde allí se despliega una vista espectacular: hacia el sur se extiende la llanura del Empordà hasta Figueres, mientras que al norte se distinguen el Rosellón y los macizos de la Albera y el Canigó. No es de extrañar que, al contemplar este lugar, Vauban exclamara que “nada domina esta plaza”.
También merece la pena asomarse al pozo monumental, excavado a finales del siglo XVII. Con 65 metros de profundidad y un ingenioso sistema de cadenas, garantizaba agua en tiempos de guerra.
Aunque la visita guiada es ideal para comprender a fondo la historia y la arquitectura del lugar, recorrer el circuito exterior también tiene un encanto especial. El camino lleva hasta la estela del general Dugommier, erigida en memoria del comandante francés caído en 1794 durante el sitio de Figueres, un importante episodio de la Guerra del Rosellón. Desde este punto, la vista sobre la llanura española es realmente impresionante.
Si puedes, acércate a primera hora de la mañana o al final de la tarde, ya que la luz realza la geometría de las murallas y la vista es espectacular. Te recomiendo llevar calzado cómodo, ya que la visita incluye rampas empedradas y escaleras amplias.




A diferencia de otras fortalezas más turísticas, Bellaguarda mantiene un ambiente tranquilo, ideal para quienes disfrutan descubriendo rincones históricos sin multitudes.
Antes de marcharte, acércate a la Iglesia de Fátima, uno de los rincones más singulares de El Pertús. Si aún te queda energía, puedes seguir con la Ruta Tramuntana, un recorrido histórico que une La Jonquera y El Pertús.
Y para los amantes de la historia, merece la pena acercarse también al Castillo de Requesens, una fortaleza de piedra rodeada de naturaleza que parece sacada de un cuento.
Albert, natural de Cap de Begur y nuestro experto local en la Costa Brava
Dirección Fort de Bellegarde, Le Perthus, Francia
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