El invierno en Andorra huele a leña y a cocina de montaña. En estas fechas, las mesas se llenan de platos calientes y recetas que pasan de familia en familia. La protagonista es la escudella i carn d’olla, una sopa rica en caldo de huesos y verduras con “pilota” y, según la casa, galets o arroz.
¡Es el primer plato de muchas Nochebuenas y el comienzo perfecto para entrar en calor tras un día de nieve!
En Andorra la Vella y Escaldes-Engordany verás menús navideños donde no faltan canelones de Sant Esteve, tradicionales del 26 de diciembre, rellenos con carnes de asado del día anterior. También aparecen asados y guisos de temporada como cordero al horno, civet de jabalí o estofados de ternera con setas, ideales para una sobremesa larga.
En las bordes de La Massana u Ordino, esas antiguas casas de montaña reconvertidas en restaurantes acogedores, es habitual encontrar platos de cuchara, trinxat de invierno y embutidos locales para compartir.




En los restaurantes de altura de Canillo y Encamp abunda la cocina reconfortante de montaña. Suele empezar con caldos bien concentrados y termina en dulces clásicos: turrones variados, barquillos crujientes y cocas caseras.
Para la merienda, la xocolata desfeta con nata y churros entra sola después de patinar o pasear por el pueblo.
Los postres navideños mantienen el espíritu pirenaico, con turrones artesanos, mazapanes, frutas confitadas y tortas de frutos secos. El brindis suele hacerse con cava o vinos de montaña, que combinan de maravilla con neules, panellets de temporada o una ración de frutos secos tostados.
Si te gusta el queso, pregunta por tablas con madurados locales, ¡perfectas para cerrar el menú con un toque del valle!

Te recomiendo que reserves con antelación si quieres probar menús festivos en bordes y casas de cocina tradicional, especialmente en Andorra la Vella, La Massana y Ordino.
Para la escudella, busca esos lugares que indiquen que el caldo está hecho a fuego lento y con pilota casera; es el detalle que marca la diferencia. Si viajas con peques, puedes preguntar por medias raciones o menús infantiles.
A la hora del dulce, pide turrón “del día” o de obrador local y acompáñalo con una taza de xocolata desfeta espesa.
Y un último apunte práctico para moverte entre parroquias cuando hay nieve: te recomiendo llevar calzado con buena suela y organizar el recorrido a pie por el centro, así podrás disfrutar de las luces, los mercados y el ambiente invernal con total comodidad.
Descubre dónde puedes probar el mejor chocolate caliente de Andorra.
Y después de una buena sesión gastronómica, ¿qué mejor que patinar sobre hielo o disfrutar de la nieve en Andorra?
Anna, natural de Andorra y nuestra experta local en la zona
Dirección Andorra
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